domingo, 16 de enero de 2011

CULO ASS GESÄß: SE PUEDE TOCAR EL TEMA MÁS ALTO PERO TAMBIÉN MÁS VECES

El 20 de agosto de 1952, Dalí escribe en su Diario de un genio (Barcelona: Tusquets, 2009):


[Dalí: Continuum de cuatro nalgas]

“Me traen al fin el molde de yeso de mi emoción, y decido fotografiar ese continuum de cuatro nalgas. Unos amigos se han reunido en el jardín de abajo, cuando sube hacia mí una dama de mundo. La miro – miro a todas las mujeres – y de pronto me sobreviene una iluminación: la persona que tengo delante, de espaldas a mí, tiene exactamente dos de las nalgas de mi continuum. Le ruego que se acerque al molde, y le digo que ella posee mi visión del universo en la parte inferior de la espalda. ¿Podría fotografiárselas? Con toda naturalidad, acepta, se desabrocha la falda y, mientras se inclina por encima del murete para charlar con sus amigos, que están en la terraza de abajo y no sospechan nada, me ofrece sus nalgas para dejarme comparar el molde con la carne misma de este molde.
Cuando he terminado, se alisa la falda y me ofrece una revista que guardaba en el bolso para mí. Se trata de una vieja revista, sucia y desgarrada, donde descubro, con la excitación que pueden imaginar, una reproducción de figura geométrica idéntica a mi molde: una superficie con una curvatura total constante que se obtiene en los experimentos sobre la segmentación mecánica de una gota de aceite.
Tantos acontecimientos típicamente dalinianos en tan poco tiempo me convencen de que he alcanzado la cúspide de mi genio”
(pp. 86, 88).


Según los hiperpostmodernos amantes de las físicas metáforas de la fractalidad, todo está en todo y lo pequeño en lo grande redundantemente de forma y manera que no hay todo ni parte ni grande ni pequeño pues la distancia no es más que una ilusión de la mirada que se detiene perezosa en una superficie de lo mismo idéntico. Antes se decía mise en abyme, pero nadie lo tomaba en serio por ser materia de ilusionistas del trampantojo, puro Flip-Art a lo Flipart. Así que cuando alguno se ponía severo y rugía que toda actividad humana lo único que pretendía y conseguía era recrear tanto el hecho de crear como, a pequeña escala, la creación misma, se lo tomaban a cachondeo y chirigota y abanicaban al pesado con ligeros pantógrafos hilvanados.

Dalí vio su emoción del universo en un culo, y emoción y culo van tan de la mano y las nalgas como la mano y las nalgas, ese curvilíneo asidero. La emoción, por otra parte, qué duda cabe que es, ay, quintaesencia del arte. Por eso no podemos dejar de llorar que Praxiteles no se hubiese dedicado con más ahínco a las Venus (no Púdica, por Dios) o, en su defecto, a alguna cortesana.

[Venus Calipigia. Lo que habría hecho Praxiteles con estas logarítmicas funciones carnosas]

El genio cósmico de Port Lligat no fue el único que supo ver los valores universales del culo.

[Dalí: Virgen autosodomizada por su propia castidad]

¡Los publicistas también se han hecho eco de esa cóncava y convexa protuberancia!

[Calendario Pirelli 2001]

Y descendiendo a las cloacas de la expresión no comercial, nos vienen al cerebro (esa mano de la mente que ase y aprehende) cuadros de inspiración anal y nalgal, lo que demuestra que Tácito no iba muy desencaminado con sus Anales.
[Charles Gleyre: Le coucher de Sapho]
[Lavinia Fontana: Minerva vistiéndose]


[Jean-Léon Gérôme: Bethseba]

Detengámonos un instante en este jalón y repitamos al autor, porque Gérôme bien merece, por su buen gusto por las protuberancias, una segunda oportunidad:

[Jean-Léon Gérôme: Los baños del harén]

El arte español también conoce forjadores de culos, y nadie mejor que el más excelente, Velázquez, para ilustrar el valor estético de la retaguardia:

[Velázquez: Venus del espejo]

Tanta perfección hay en esta obra, que ha servido de estro y musa para uno de los más diestros confeccionadores de culos, Milo Manara:

Es una pena que durante muchísimo tiempo el culo haya sido tan mal visto. Afortunadamente, el tanga ha venido al mundo a redimirnos de la visión pecadora del ojo místico:

[Julio Romero de Torres: El pecado]

La versatilidad del culo en su relación con la emoción artística queda verificada en el momento en el que uno entra en la sala número 75 del Museo del Prado y de repente se encuentra dándole vueltas a Venus y Marte obnubilado por la frescura de la piedra.

[Círculo de Antonio Canova: Venus y Marte. Lo siento, pero no he encontrado imagen trasera…]

Claro que Canova, intimísimo amigo de la Récamier, tenía una envidiable mano para los culos:

[Canova: Las tres Gracias]

Y es que tiene su gracia ver cómo la escultura parece encontrar su sentido en la representación fiel del culo. Maillol también queda prendado de esta gracia, como, por lo visto y por lo que sabemos, además quedó prendado de la Passavant, aquí modelo de ninfa y luego escultora:

[Maillol: Tres ninfas]

La prueba de que la escultura logra a través del culo tocar su esencia y, en último y primerísimo y escatológico término, el ser de toda obra de arte (con lo que se coloca como primera de las artes gracias a este quedarse un poco detrás en sus temas y objetos), radica en la ardorosa y arrebatada entrega de Leopold Bloom y Gustav Flaubert a los encantos de la escultura bien torneada (el primero hipnotizado por un culo, y el segundo, es verdad, perdonen, por unos pechos: pero qué pechos no mantienen una conexión de mantequilla con el culo). Porque, a poco que nos paremos a pensar, ¿no participa también la música de esta, más que representación, presentación suavísima y callada de la música que todos sabemos contiene este órgano de mística mirada?

Y, sin embargo, el culo, consciente y lúcido, no puede quedarse en mero objeto: sabedor de que el arte comienza por el soporte, soporta soportar lo artístico no como ancilla domini, sino con el orgullo de lo que posibilita al mismo tiempo que eleva (el espíritu). Y esto sucede tanto en las expresiones mayores, como la pintura:

[Obra maestra de Seyi Wujian, artista que ha de estar infinitamente agradecido al soporte]

Como en otras formas menores, aunque más primigenias, de decantación creativa, como es el caso del tatuaje:

[Ni idea de quién es el autor de la foto. Y, lo que es peor: ni idea de quién es la modelo. Cuando me denuncien por incluir este material, ya se lo diré desde mi celda]

Y con esto casi llegamos al final de nuestro breve y caprichoso recorrido por el arte del culo (disculpa, porque siempre se necesita una disculpa, para recorrer el culo fenomenológicamente, eso sí). Pues no sólo hemos hablado de pintura, escultura, fotografía, publicidad y literatura (y también, al menos un poco, veladamente, de música), sino que hemos alcanzado la perfecta expresión del arte y los sentimientos reales en esta ficción llamada Internet, quintaesencia del trompe l'œil, quintacolumna de la realidad y verídica ficción de la ficción de lo real.

Porque, amigos míos, ¿qué les gusta más y qué es más artístico y qué es más real: la primera o la segunda imagen? Me culo (digo: me curo) en salud: tengo antídotos para los puritanos y para los puritanos que no van de puritanos.
[Magritte: The Dangerous Liaison]


[Ejemplo de salva sea la parte]

Y si dije que casi habíamos llegado al final, es porque es ahora cuando llegamos al final. Y finalizamos con el carácter sádico-anal propio de quien desde Freud frecuenta los culos: es decir, dando por… sentado que al lector le interesa lo que nos sale de… dentro. Así, después de Senos, de Gómez de la Serna, después de Coños, de Juan Manuel de Prada, yo mismo, hace ya muchos años, escribí Culos, obra de humor volteri-ano y rabelesi-ano donde las haya y que recopila 101 culos, de los cuales, por colofonear esta entrada, extraigo uno para salir del paso internáuticamente. ¡Ánimo, amigo lector: no hay mal ni texto que cien años dure!


El culo alternativo
¡Hay que tener un culo alternativo! Que no es lo mismo que un culo de repuesto, porque ¿dónde lo pondríamos, en la cabeza? Bueno, ahí dentro hay bastante sitio; pero una operación de este tipo sería demasiado cara. Por eso el culo alternativo se ha puesto el culo por montera ¡y se acabó el problema!
Exquisito, este culo cultiva el gusto, y como sobre gustos no hay nada escrito, él, al margen de los márgenes, no lee ni a Derrida. ¡Ni falta que le hace! ¡Va al cine! Allí el culo alternativo se pone en barbecho ante la última película uzbeca subtitulada en bantú.
Al paladar diferencial del culo alternativo le place cagar comida de autor, ¡de autor anónimo en restaurante recóndito de nombre alternativo: “La gamba precoz”, “El mono sabio”, “Disparates culinarios”!
El culo alternativo se faja ropa de mercadillo, no por ánimo de hacer el ridículo, no, pues este culo es circunspecto, serio y severo en todo, un culo eternamente fruncido; sino para lucir su gusto por la moda de la antimoda. (La misma ropa que por doquier pero más barata y solidaria con la etnia gitana).
Pero no sólo de cine, comida y trapitos vive este culo profundamente alternativo. Uno de sus asuntos capitales es el de a dónde ir en vacaciones después de pasar casi un año estancado en un escaño funcionarial los ratos libres que le quedan entre desayuno y desayuno (y desayuno y desayuno) y cerveza (y cerveza) y tentempié (pues el culo alternativo es un tentetieso ante la barra del bar de la esquina) y aperitivo. La alternativa al turismo de playa es lo rural y natural, que no es turismo per se, no; y la alternativa al turismo decorativo de Praga y Cuba es lo exótico y comprometido: el Chad y Nicaragua, por ejemplo, viaje moral con el que limpiarse las legañas concienzudas del culo y en el que el culo alternativo puede dar lo que lleva dentro y dejar, así, su íntima huella.


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Y es que estoy seguro de que todos estarán ya un poco cansados de los culos habituales, como este:
[Ejemplo de culo habitual del que seguro ya están cansados]
O este:


[Ejemplo de otro culo habitual del que seguro que ustedes están aburridos]

Y por eso se impone, igual que cuando uno se cansa y se aburre de leer a Cervantes y, qué sé yo, por leer algo diametralmente opuesto se lee a sí mismo, necesita algo como lo siguiente:
[Ejemplo de culo alternativo: tipo acuático…]

1 comentario:

  1. Estimado Anónimo: Sin ánimo de ofender, he decidido eliminar sus comentarios. Celebro su participación en el "blog" y también su entusiasmo, pero este es un espacio para la Literatura y la reflexión, y aunque a veces algunos se dejen confundir por la selección de imágenes, todo sigue la línea de la más estricta creación artística y del tipo de placer estético subsiguiente. En cualquier caso, gracias por su visita.

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