No
existe la posibilidad de una isla, y menos aún de una roca. Sólo espejismos
Sé que
no soy quien remueve tus entrañas, sólo quien las irrita.
Y luego
está el espejo del mundo, que todo lo tergiversa, pero ofrece su versión multiforme
Bien
educado no es lo mismo que domado
Cuanto
más digo, más me desdigo
Dios
esclavo del placer
Todo
depende de la capacidad de soportar la realidad. Pero, qué es todo? una
angustia eterna?
El
punto lo es todo, si no, es un punto y aparte
Rodilla
en tierra y mano ofrecida para que la bese
Una
genuflexión?
Qué más
quisiera que vivir en la inocencia
No eres
difícil, eres complicado
Te
deseo. Te anhelo
Con una
fuerza descomunal
Ese
delicioso néctar, esa ambrosía
Pero
llega esta fina cuerda que nos tensa
Invisible
y dura
Cruel egoísmo
satisfecho, aquel de los que no carecen. Quinta columna? poesía? amor?
Cierras tus puertas para mí
ya no me necesitas
Eres
único, pero no el único.
"Qué más quisiera que vivir en la inocencia"... mmm mucho no me lo creo, si así fuera no escribirías... Me gusta tu sitio, quizá porque, precisamente, no esté en un cien por ciento de acuerdo.
ResponderEliminarEstimado amigo:
ResponderEliminarGracias por visitar nuestra página, por visitarla y leer y, sobre todo, por leer con la máxima atención. Y muchas gracias por la última parte de su comentario, que entendemos como un elogio. No sé si por suerte o por desgracia, uno ha sido educado en la escuela del escepticismo, así que cuando me sorprendo teniendo una “convicción” comienzo a dudar de la verdad de la ocurrencia de turno y empiezo a sospechar que tal vez esa conclusión es fruto más de mi pereza mental que de mi probidad intelectual. Así que tampoco yo estoy de acuerdo casi nunca con casi nada de lo que digo.
El texto del que extrae la cita es un pequeño experimento que Pilar ha elaborado a partir de frases oídas y leídas aquí y allá: se trata de un readymade poético de desesperaciones e inhospitalidades encontradas y reunidas tratando de introducir la mínima forma posible en el caos de su procedencia.
Las relaciones entre inocencia y escritura darían para una reflexión casi infinita, pero recojo su comentario como una invitación a entrar en esta materia.
Gracias de nuevo por su presencia y su participación.
Roberto