martes, 23 de abril de 2013

El día del papel higiénico (también digital)


No celebré el día de la mujer trabajadora (pensé que ya tengo bastantes enemigos) pero me he empeñado en celebrar el 23 de abril (he descubierto que no tengo los suficientes enemigos).

En momentos como este, a mí me gustaría ser cualquier cosa menos español. Por ejemplo, inglés: en la pérfida Albión se les da por celebrar el día de Shakespeare (http://englishstuffesl.blogspot.com.es/2013/04/shakespeare-day-23rd-april_21.html).

Nosotros podríamos tener un día de Cervantes, pero no solo seguimos con el que inventen ellos, sino que no sabemos copiar. Así que celebramos el día del libro, y a mí me gustaría que alguien me sugiriese cómo hacerlo.

Había pensado dedicar el día a hacer cualquier cosa menos leer. También había pensado en quemar algunos libros, e incluso a algunos autores y al noventa por ciento de los editores, pero creo que está prohibido y, lo que es peor, me tacharían de inquisidor, y no puedo soportar que la gente se equivoque.

Así que por ahora he decidido rendir honores al papel, que lo soporta todo, y convertir el día del libro en el día del papel higiénico porque no conozco mayores cagadas que las perpetradas con el libro como pretexto. Por otra parte, no descuido el ebook y contemplo la posibilidad de dedicar unos minutos a la mierda digitalizada: en tiempos de crisis, no desearía que las familias de los tenderos y de los culturetas viesen mermada su alegría al ver que alguien no se alegra con ellos.

Todo rebuzna en beneficio de la síntesis de celebraciones con independencia de su distancia en el calendario. En un lugar de la Meseta que no mencionaré, acaba de inaugurarse un ciclo de conferencias dedicado a mujeres “singulares”, mujeres “que han hecho historia”. El ciclo comienza con una conferencia dedicada a Lou-Andreas Salomé… Se comprenderá que ahora mismo vaya al excusado a festejar, papel higiénico en mano, tanto libro y tanto fruto de la nada.

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